Las fábricas de impresión 3D pueden ser ideales para series cortas de producción bajo demanda. Dado que la fabricación aditiva ofrece una libertad de diseño total y no requiere herramientas, se espera que los grandes fabricantes usen inicialmente estas soluciones para nuevas líneas de producto. De este modo pueden reducir su tiempo de comercialización y probar la demanda con una menor inversión en comparación con la fabricación tradicional.
“Todavía no sabemos exactamente cuánto de la fabricación tradicional se puede sustituir con las fábricas de impresión 3D, pero hay dos cosas que sí sabemos: 1º - por descontado tiene el potencial de sustituir una parte muy sustancial del proceso de fabricación; y 2º - esta sustitución es extremadamente fácil de implementar y controlar”, explica Diogo Quental, CEO de iGo3D.
“Los grandes fabricantes deben empezar a considerar estas soluciones en sus negocios principales, y no solo para el prototipado, como estaba ocurriendo hasta ahora”. Hemos venido hablando desde hace tiempo de la revolución 3D, pero creo que esto es solo el comienzo. El auténtico cambio va a comenzar ahora”.
“El gran reto de la impresión 3D es pasar del rapid prototyping al rapid manufacturing. Para eso necesitamos mayor productividad, entendida como fiabilidad, velocidad de impresión, costes amortizables y facilidad de uso”, asegura Ángel Llavero, CEO de Grupo Sicnova. “Tener la capacidad de fabricar miles de piezas diferentes en un mismo día y que el coste sea competitivo, frente a sistemas tradicionales de fabricación, cuando hablamos de cientos o unos cuantos miles de unidades por modelo, es la gran solución que AMS – Print Factory quiere ofrecer al mercado europeo”.
En la próxima feria Hannover Messe, en la zona de Digital Factory, AMS-Print Factory mostrará soluciones de fabricantes líderes como Ultimaker, Formlabs y Makerbot.