La digitalización se define como el uso de la tecnología digital para cambiar un modelo de negocio y proporcionar nuevas oportunidades creadoras de valor, transformando industrias enteras a distintos ritmos y en distintos ámbitos. Los sectores del comercio minorista, los medios de comunicación y la banca son ejemplos de industrias que se han visto duramente afectadas en un periodo de tiempo relativamente breve. En general, la digitalización no es sólo la implementación de las tecnologías digitales en las arquitecturas empresariales existentes, sino que además cuestiona la lógica empresarial existente a la luz de las nuevas posibilidades que brindan las últimas tecnologías digitales.
La industria del embalaje también está sufriendo una profunda transformación, ya que los propietarios de marcas debilitan su cadena de valor. Están sometidos a la presión de la competencia, las expectativas del mercado y las nuevas marcas locales para reducir los tiempos de producción de nuevos productos, desde el diseño del embalaje hasta la llegada a los estantes. La reducción de los tamaños de lotes, el constante crecimiento de la impresión digital y la necesidad de coherencia cromática entre la apariencia de los productos físicos y su imagen en Internet, requiere herramientas más eficientes para los flujos de trabajo. Además, las fábricas de embalajes están viendo cómo se agudiza la competencia de los operadores tradicionales y emergentes con la comercialización de productos y servicios digitales.
Las tendencias digitales están modificando la dinámica de la cadena de valor de los embalajes. Todas las partes implicadas, desde los propietarios de marcas y los diseñadores de embalajes, las empresas de impresión y conversión, hasta los fabricantes de herramientas y máquinas, deben adaptarse, y al mismo tiempo detectar nuevas oportunidades de crecimiento.
En este artículo, primero nos fijaremos en los factores de desperdicio que existen en la cadena de valor de los embalajes y dentro de las plantas, que pueden solucionarse mediante la digitalización. Después nos fijaremos en la visión de los servicios digitales desde el punto de vista de un fabricante líder en soluciones.
El desperdicio a lo largo de la cadena de valor del embalaje
En general, la cadena de valor de los embalajes está actualmente segmentada y poco interconectada. Pongamos el ejemplo del cartón plegadizo: requiere muchos pasos sucesivos desde la estrategia de embalaje inicial del propietario de la marca, pasando por el diseño del embalaje, las operaciones de preprensa para preparar las ilustraciones y procesar la imagen, la preparación de las herramientas, la impresión del embalaje, la decoración, el corte, el plegado y el encolado, hasta las siguientes etapas de embalaje y distribución.
El conocimiento de los diseñadores de embalaje, especialistas de preprensa, empresas de impresión y conversión, fabricantes de herramientas y fabricantes de máquinas está estancado en silos, de tal modo que cada paso se aplica sin una visión integral de los problemas a los que se enfrentan en los demás segmentos de la cadena de valor. Cuando los diseñadores conciben un nuevo packaging, les falta una información fundamental del proceso que podría permitirles tomar en cuenta las operaciones de las siguientes etapas, tal como la preparación de las herramientas y del trabajo. Es más, algunos operadores de la cadena de valor aprovechan esta estructura de conocimiento arraigada para cubrir sus propias ineficiencias.
Como consecuencia, los propietarios de las marcas tardan entre 6 meses y 2 años desde la especificación inicial del packaging hasta la entrega de la mercancía embalada a sus clientes.
Además de agilizar la comercialización, los dueños de marcas también buscan ahorrar costos y aumentar la eficacia. La posibilidad de reducir el desperdicio es alta: hasta un tercio de los retiros de productos alimenticios se deben a errores gráficos como, por ejemplo, falta de especificaciones o información incorrecta sobre un alérgeno.
Una y otra vez, en muy distintos sectores, la digitalización ha demostrado ser muy eficaz para reducir el desperdicio en las cadenas de valor rompiendo los silos de información y proporcionando una mayor transparencia. La industria del embalaje está lista para seguir la misma tendencia.
Desperdicio en las plantas de impresión y conversión
Volviendo a las plantas de embalaje, las empresas de impresión y conversión se enfrentan a sus propios retos. Algunos de ellos son el aumento de precios y la presión para agilizar las entregas, la reducción de los tamaños de lotes o una mayor exigencia de coherencia cromática entre los muy distintos procesos de impresión. Las empresas de impresión y conversión trabajan activamente para reducir el gasto de recurso y evitar los reclamos de clientes. Necesitan medios más eficientes para automatizar los flujos de trabajo de las plantas y proyectos, y requieren sistemas de control de calidad eficientes en cada etapa del proceso. Al mismo tiempo, las empresas de conversión también necesitan optimizar el rendimiento de los equipos, aumentar la productividad y evitar tiempos de inactividad inesperados.
La mayoría de los requisitos precitados tienen una cosa en común: necesitan un amplio acceso a la información relevante. La digitalización es, también aquí, un importante catalizador de la transparencia de la información que crea valor.
La visión de un fabricante líder en soluciones
BOBST, pionero en digitalización, automatización y conexión de máquinas de embalaje, tiene la visión de dar forma al futuro de la industria de los embalajes. Entre etiquetas, embalajes flexibles, cartón plegadizo y cartón ondulado, la empresa pretende conectar a las partes interesadas a un flujo de trabajo digitalizado y automatizado, accediendo a la información en cualquier momento y lugar para una operación colaborativa flexible y ágil. Tal como se explica más arriba, la tendencia a una mayor digitalización contribuirá a reducir los residuos a lo largo de toda la cadena de valor de los embalajes y a aumentar la eficiencia en las plantas de impresión y conversión. La visión de BOBST se traduce en tres principios guía:
En primer lugar, BOBST sigue invirtiendo en el dominio de todos los procesos digitales y analógicos clave de impresión y transformación. Además, para garantizar que las mercancías producidas cumplen los requisitos de las empresas de conversión y propietarios de marcas, todas las etapas del proceso cuentan, cada vez más, con sistemas automatizados de control de la calidad en circuito cerrado. La combinación óptima de los procesos y sistemas incorporados de control de la calidad constituye un potente vector de aumento de la eficiencia y reducción del desperdicio en las plantas de embalaje.
En segundo lugar, la empresa se está esforzando en ofrecer valor digital además del valor físico. Algo que resulta posible gracias a la conectividad que proporciona el Internet de las Cosas (IoT). Un ejemplo es, la aplicación de monitorización remota de BOBST, que es una completa herramienta de software como servicio (SaaS) que da información sobre la producción, diseñada para acceder remotamente en tiempo real a los datos técnicos, de procesos y de producción de la máquina. Otro servicio denominado Helpline Plus, con más de 35 000 conexiones realizadas en 2019, permite a los clientes conectar con los expertos BOBST inmediatamente cuando surge la necesidad, con más de un 80 % de los problemas técnicos resueltos a distancia en dos horas. Otro ejemplo es MyBOBST, una práctica tienda en línea que permite a los clientes pedir todos los servicios y piezas que necesitan fácilmente.
En tercer lugar, BOBST está permitiendo compartir datos en toda la cadena de valor de los embalajes con el fin de garantizar una mayor eficacia operativa. Los conocimientos en materia de herramientas, máquinas y procesos estarán cada vez más disponibles desde las primeras fases de diseño y en las operaciones de preprensa, apoyando así la creación de diseños «bien hechos a la primera» e impulsando toda la capacidad de los procesos en las etapas posteriores. Las especificaciones de los trabajos se enviarán a las fases posteriores para evitar múltiples entradas en distintos sistemas dados a error. Por ultimo, los datos de calidad y producción se enviarán a lo largo de la cadena de valor, por ejemplo en forma de informes personalizados, para cerrar el circuito con los propietarios de marcas. Esta función ya está disponible en ACCUCHECK, un sistema de control de la calidad 100 % en línea instalado en las líneas de plegadoras-encoladoras. Crea informes muy valiosos sobre la calidad de la producción que las empresas de conversión pueden cargar automáticamente en su sistema de gestión de flujos de trabajo para compartirlos con los propietarios de marcas.
A través de la digitalización, toda la cadena de producción será más transparente, ágil y flexible. Esto permite tomar decisiones a su debido tiempo a lo largo de todo el flujo de trabajo de producción. Estamos entrando en un periodo en el que los sistemas conectados transmitirán datos a todo el proceso de producción para una optimización más rápida y precisa.
La transformación digital no solo permitirá reducir el desperdicio a lo largo de la cadena de valor de los embalajes, desde el archivo de diseño inicial hasta el paquete final producido, sino que además modificarán la forma de planificar, supervisar y optimizar la producción.
Dentro de las plantas de embalajes, las máquinas y los equipos auxiliares de distintos proveedores están cada vez más conectados a través del IoT a los entornos en la nube de los fabricantes de máquinas. Los ecosistemas de las aplicaciones digitales, como los servicios conectados de BOBST, están proporcionando una gama aún más amplia de servicios digitales que favorecen a las empresas de impresión y conversión.
Además de los ecosistemas digitales proporcionados por los fabricantes de máquinas, surgirán plataformas genéricas de las plantas junto con —o en sustitución de— los tradicionales sistemas de ejecución de la fabricación (MES) in situ. Los conocimientos sobre los procesos operativos que actualmente están automatizados en soluciones MES se completarán con la recopilación y agregación de datos en tiempo real recogidos mediante detección a través del IoT. A través de la digitalización, las empresas de impresión y conversión podrán ver los datos en tiempo real en todas las operaciones de la planta, lo cual les dará una visión integral de su negocio y les permitirá actuar.
Conclusión
Al terminar con los silos de información, ofrecer transparencia y permitir el intercambio de datos entre distintos sistemas, la digitalización es un potente vector de transformación en la industria del embalaje. Está estimulando una oleada de innovaciones que son capaces de mejorar drásticamente los procesos de fabricación de embalajes e impresión que datan de hace décadas. Para dibujar el futuro de la industria de los embalajes, BOBST abre el camino con sus productos y servicios digitales que ofrecen valor añadido y ayudan a eliminar los desperdicios en la cadena de valor del embalaje y en las plantas de impresión y conversión.
Alexandre Pauchard
Director de I+D del grupo BOBST
www.bobst.com