1.Sin impresión NO tendrías la colección de novelas que guardas desde niño.
Un bonito recuerdo de la infancia que se borraría para siempre, también desaparecería el olor tan característico de un libro recién comprado. Además, se acabarían las excursiones al quiosco o la librería que terminaban con uno o dos fascículos de tu edición favorita, la revista que compras todos los domingos o los álbumes de cromos que coleccionan los más pequeños … Sin impresión no existirían los libros que tan buenos ratos nos hacen pasar, las aventuras no quedarían de por vida sobre el papel. En este día utópico, nuestras bibliotecas estarían vacías sin las grandes obras de la literatura universal.
2.Sin impresión NO podrías poner un vinilo del Golden Gate en la pared de tu salón.
No tendrías opción, tu habitación quedaría desierta de color. Una de las grandes modas del siglo XXI, decorar el cuarto, el salón o la cocina con ese paisaje o monumento que tanto te gusta no sería posible si no existiera la impresión. Las paredes de tu casa decoradas con papel de color volverían a ser blancas y aburridas.
3.Sin impresión NO habría cartelería y las marquesinas de cines y teatros estarían vacías.
Salir por la puerta de casa y no encontrar ningún cartel anunciando los últimos estrenos de la semana o la marquesina, que anuncia el concierto de tu cantante favorito, quedaría también vacía. En definitiva, las calles de las ciudades estarían irreconocibles; sin impresión, perderían la alegría y el color.
4.Sin impresión NO tendrías los mejores apuntes de la clase.
Con la llegada de la tecnología es normal que los apuntes se acumulen en las carpetas del ordenador. No obstante, si no existiera la impresión sería imposible poder estudiar con el subrayado manual y, sobre todo, conservar esta información de manera física para volver acceder a ella cuando nos pongamos nostálgicos o queramos releer antiguas anotaciones.
5.Sin la impresión NO podrías tener tus álbumes llenos de fotos de las personas que quieres.
Los buenos momentos siempre deben inmortalizarse con una fotografía. Imagina que por unas horas desaparecerían de tus estanterías la foto de aquel día tan especial junto a tus amigos o familiares. Imagina que extraño sería no poder volver a ver ninguna foto de cuando eras niño o no tener ningún recuerdo de tus antepasados. Las fotografías actúan como caja de recuerdos, son esenciales para conservar nuestra historia de vida y sin la impresión no sería posible.
Canon invita a reflexionar sobre la importancia de la impresión con estos ejemplos, aunque hay muchos más detalles y lugares en los que la encontramos. Las fotografías, los libros o el papel pintado demuestran que la impresión está por todas partes, incluso donde menos la esperamos. Nuestro día a día no se entiende sin impresión.
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