El fundador Massimo Vettorazzo cuenta cómo todo empezó en 1993 con un proyecto desafiante: crear una laminadora que pudiera montar una nueva película adhesiva. “Nos centramos mucho en I+D, creando productos únicos e innovadores. Uno de los factores distintivos de la empresa es la atención al cliente, lo que nos lleva a ofrecer más de 200 equipos y un servicio integral. La innovación, la confiabilidad y la solidez de nuestras soluciones son el resultado de un importante trabajo en equipo corporativo y de una asociación con los proveedores”, afirma.
El valor ganador de la empresa a lo largo de los años es la sólida relación de confianza establecida con clientes y empleados. “Consideramos que el constante crecimiento intelectual y profesional de nuestro equipo es decisivo para el éxito de Flexa, por eso hemos puesto en marcha la Flexa Academy, una formación imprescindible para nuestros colaboradores”, añade.
El 30 aniversario marca la vitalidad de la marca Flexa, caracterizada por constantes lanzamientos de nuevos productos al mercado, capaces de mejorar y hacer avanzar la industria de la impresión digital en términos de calidad, volumen y productividad.