Aunque el agua de salida esté dentro de los límites legales regulados, Lecta sigue trabajando en la calidad del agua para reducir al mínimo el impacto ambiental y realizar un seguimiento continuo de su vertido. Además, en sus fábricas también hay circuitos de agua cerrados, en los que el agua se utiliza repetidamente.
Lecta tiene la ambición de seguir anticipándose y gestionando cuidadosamente su uso y consumo de agua mediante una mayor eficiencia y otras estrategias de gestión del agua.
El nuevo tratamiento de aguas residuales en la fábrica de Zaragoza es un ejemplo reciente de los proyectos de Lecta orientados a la eficiencia para minimizar su impacto ambiental y mejorar su interrelación con el territorio.
Conozca más sobre la gestión del agua de Lecta en su Informe de Sostenibilidad 2022.