“El packaging va a ser la clave para potenciar los productos españoles en un mercado global”
-Soy Rocío Pimentel, Gerente de Pimentel Artes Gráficas, un cargo que desempeño desde que mi padre, fundador del negocio familiar, se jubiló. Cuando asumí la dirección en 2010, nos enfrentábamos a una etapa de cambios, no sólo en la estructura y en el modelo de negocio, sino también en la forma de entender la imprenta.
-Mi día a día se centra en organizar el trabajo de la oficina, supervisar el taller y, sobre todo, en mi función como la principal comercial de la empresa. Soy la cara visible de Pimentel, la que establece relaciones con los clientes, acude a eventos de networking y busca continuamente nuevas oportunidades.
Has vivido el negocio familiar desde pequeña. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tu trayectoria profesional?
Desde los cinco años crecí correteando por la imprenta de mi familia, y eso me permitió conocer toda la parte técnica. He vivido la transformación del sector: desde la tipografía al offset, y luego la llegada de la tecnología digital. Todo ese conocimiento acumulado me sirve ahora de base para mi faceta comercial. Cuando me reúno con un cliente y veo un diseño en pantalla, puedo visualizar los acabados que mejor se adaptarán a su presupuesto y a sus necesidades. Conozco a fondo las capacidades de los proveedores y sé cómo coordinar diferentes procesos para garantizar resultados de calidad. Este enfoque ha sido clave tanto para mí como para mi equipo.
“Tras una fuerte inundación, lo perdimos todo y fueron los clientes quienes nos animaron a seguir. Fue entonces cuando apostamos por trabajar con proveedores y convertirnos en brokers”
La empresa originalmente se llamaba Ofiprint Marbella. ¿Cómo fue el proceso de evolución hacia Pimentel Artes Gráficas?
Nuestra trayectoria empezó con Costa Gráfica en 1990, que luego se transformó en Imprenta Marbella hasta 2010, cuando yo asumí la dirección. Ofiprint Marbella nació en un momento de crisis y con el objetivo de diversificar servicios, incluyendo material de oficina y papelería. Sin embargo, tras una inundación que nos dejó sin maquinaria en pleno momento de crisis económica, nos enfrentamos a una decisión crucial: cerrar la empresa o reinventarnos. Decidimos convertirnos en brokers de imprenta, lo que supuso romper con la tradición de producir exclusivamente en nuestras instalaciones. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que ya no éramos ni Ofi ni Print, sino algo completamente nuevo, una empresa mucho más ágil y capaz de ofrecer cualquier servicio independientemente de nuestra infraestructura nativa. En 2022, apostamos por un rebranding y adoptamos el nombre "Pimentel". Este cambio reflejó mejor nuestra identidad: calidad, experiencia y un trato personalizado.
Superar momentos como una inundación de este calibre en la empresa requiere carácter. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
La verdad es que fue un golpe muy duro. Perdimos todo el equipo y no teníamos capacidad para recuperarnos como productores directos. Hubo momentos de levantarme por la mañana y decirme “no quiero ir a trabajar porque ahora mismo no tengo nada”. Pero hay una parte que a mí siempre me ha empujado a seguir adelante: los clientes. En realidad, fueron ellos, los más fieles, los que nos impulsaron a seguir; querían que siguiéramos siendo sus proveedores.
Sin maquinaria…
Sí, sin nada. Fue entonces cuando apostamos por trabajar con proveedores y convertirnos en brokers. Este cambio nos permitió ser más flexibles y ofrecer mejores soluciones a nuestros clientes. Aprendí que la resiliencia es clave y que confiar en las personas que te rodean, ya sean clientes o colaboradores, puede marcar la diferencia. Muchos de nuestros clientes no querían trabajar con otra imprenta, lo que me dio la fuerza para seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.
¿Qué impacto tuvo el rebranding en la percepción de vuestra empresa?
Nos permitió reflejar lo que realmente somos. Y tuvimos una grata sorpresa: nuestros clientes de siempre nos dijeron: "Ahora sí sois vosotros". Ya no nos ven como una imprenta genérica, sino como un lugar donde obtienen calidad, asesoramiento y resultados personalizados. Para los nuevos clientes, Pimentel es sinónimo de confianza, experiencia y excelencia. No vienen buscando algo estándar; saben que ofrecemos un servicio diferente al de una imprenta online. Nuestras soluciones no se basan en los equipos que tenemos, sino en lo que necesita el cliente.
En tu día a día, ¿qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Disfruto mucho con el networking. Me encanta asistir a eventos y conocer a otras empresas, proveedores, clientes potenciales… siempre surgen oportunidades. También valoro mucho cuando participo desde el principio en proyectos de agencias de diseño o de comunicación. Me gusta reunirme con el cliente final, el diseñador y el equipo para aportar la perspectiva técnica desde el inicio. Los diseñadores y los creativos han nacido para crear, pensar sin límites, para dar la máxima relevancia y distinción a los productos de sus clientes; mi rol consiste en ofrecer soluciones capaces de estar acordes al presupuesto y a los plazos de tiempo. Es muy gratificante ver cómo el conocimiento que he acumulado durante años se traduce en soluciones prácticas.
“El futuro está en la personalización, la calidad y en cómo la presentación del producto genera experiencias para el cliente”
Como broker de imprenta, tienes una visión amplia del sector. ¿Cómo describirías el estado actual del mercado de la impresión en España?
Tengo el corazón dividido. Por un lado, veo que el mercado está en auge, sobre todo por la vuelta al papel en ciertos sectores, y por el auge del "unboxing" como experiencia de cliente. Por otro lado, hay empresas que no están adaptándose a las nuevas demandas y siguen enfocadas únicamente en producción masiva y a precio. Creo que el futuro está en la personalización, la calidad y en cómo la presentación del producto, el diseño, los materiales, el packaging, generan experiencias para el cliente.
La sostenibilidad es un tema clave. ¿Cómo afecta esto al sector de la impresión?
Los clientes, como la sociedad en general, están cada vez más concienciados con la sostenibilidad. En Pimentel siempre intentamos educar sobre el impacto real del papel, explicando que en Europa tenemos una potente industria sostenible y certificada. También asesoramos para que los clientes produzcan sólo lo que realmente necesitan. La sostenibilidad no es sólo usar papel reciclado, sino ser responsable con los recursos.
“No estar ceñidos a una infraestructura concreta sino disponer de toda la potencia del conjunto de nuestros proveedores nos da libertad total”, señala Rocío, acompañada por todo su equipo en esta imagen.
Pimentel destaca por su calidad y acabados de lujo. ¿Cómo se traduce esto en vuestro día a día?
Para nosotros, calidad no es solo imprimir bien, sino escuchar al cliente, entender sus necesidades y anticiparnos a posibles problemas. Trabajamos mucho con marcas de lujo, especialmente en Marbella, donde los acabados premium son esenciales. La coherencia entre lo que vendes y cómo lo presentas es clave. Nuestros clientes valoran el asesoramiento personalizado que ofrecemos, algo que no encuentran en una imprenta genérica.
Trabajáis con marcas de renombre. ¿Cómo lográis fidelizar a clientes tan exigentes?
Yo aquí veo dos aspectos clave: dar soluciones y mantener una relación estrecha. Dar soluciones a empresas basadas en el lujo, que a lo mejor están optando a una Estrella Michelin, significa ser capaz de dar salida a ideas creativas, sofisticadas, elegantes y, en cualquier caso, coherentes con la sensación de excelencia que se quiere transmitir. Para ello, no estar ceñidos a una infraestructura concreta sino disponer de toda la potencia del conjunto de nuestros proveedores nos da libertad total. Sin olvidar nuestro conocimiento y experiencia.
“En Pimentel no apostamos por pedidos online porque perderíamos la esencia de nuestro trato personalizado. El lujo hoy en día está, precisamente, en el contacto humano”
¿Y en cuanto al contacto?
Es la otra clave: estar en contacto continuo con el cliente. Hablo con ellos regularmente, no sólo para solucionar problemas, sino para anticiparnos a sus necesidades. Por ejemplo, si sé que vienen las Navidades, les aviso para que planifiquen con tiempo. Además, resolvemos sus proyectos más complejos, lo que crea una relación de confianza duradera.
Con el crecimiento de las herramientas digitales, ¿qué papel juega la innovación en Pimentel?
En Pimentel no apostamos por pedidos online porque perderíamos la esencia de nuestro trato personalizado. El lujo hoy en día está, precisamente, en el contacto humano. Sin embargo, sí buscamos innovar en nuestras operaciones internas. Mi mayor reto ahora es encontrar un software de gestión de la empresa que se adapte a nuestras necesidades específicas como brokers, algo que hasta ahora no he logrado.
Como mujer en un sector tradicionalmente masculino, ¿qué retos has enfrentado?
En general, he tenido una experiencia positiva, aunque ha habido momentos complicados. Recuerdo una vez que fui al banco por tema de un aval, y el director de la oficina me preguntó si iba a montar una peluquería, sólo por ser mujer. ¿De verdad que las mujeres sólo podemos montar una peluquería?
También, hace ya bastantes años, en unos encuentros empresariales me sentí bastante mal, porque o tenías máquinas enormes o no eras nadie; eran todo hombres y había una especie de competición de a ver quién la tenía más grande… la máquina, claro.
Creo que es una cuestión de generaciones, y que nuestra sociedad avanza hacia una mayor igualdad. Eso sí, aún queda mucho por hacer.
¿Cómo visualizas el sector de las artes gráficas en los próximos diez años?
Desde mi punto de vista, tenemos muchas oportunidades por delante, pero hay que salir a buscarlas. Por ejemplo, este febrero va a ser el sexto año consecutivo que vamos con un stand al Salón H&T de innovación en hostelería, que se celebra en Málaga. La primera vez fui a unas charlas porque este sector, en Marbella, es esencial. Y mi gran sorpresa fue que no había ni un solo stand que diera servicios de comunicación, diseño o producción de materiales de calidad para todos los hoteles y restaurantes de lujo que tenemos. El caso es que desde entonces hemos creado una buena cartera de clientes de este ámbito.
El packaging es un elemento fundamental para ofrecer valor añadido.
¡Totalmente! No sé si de verdad somos conscientes de hasta qué punto. El packaging va a ser la clave para potenciar los productos españoles en un mercado global.
Por ejemplo, el octubre pasado se celebró en Madrid una feria que se llama Fruit Attraction, y resulta que había un pabellón entero de soluciones de packaging para alimentos. Pues en la edición que viene vamos a estar allí, porque a nivel de frutas y verduras en España tenemos los mejores productos del mundo, pero no sabemos presentarlos al consumidor. No puede ser que, ahora que está de moda el “unboxing”, en vez de crear elegantes envases de cartón que proporcionen una experiencia de lujo y excelencia al consumidor (y de paso aumente el valor añadido del producto), todavía estemos trayendo cajas impresas en China tan simplonas que deprecian un producto de altísima calidad.
**Entrevista publicada en exclusiva en la revista AP79 (Ene/Feb 2025)
