Comencemos con un poco de historia, ¿cuándo y cómo se introduce la empresa en el mundo de las tintas y barnices para serigrafía?
La actividad empezó a finales de los años 60’s, con una empresa llamada TAGSA, “Tintas para Artes Gráficas”, la cual comenzó con la distribución en exclusiva de los materiales de Mactac y también con la fabricación de tintas de serigrafía. TAGSA se transformó en lo que fue Polynorma a mediados de los 90’, y continuó creciendo con el mismo negocio en la fabricación de tintas, distribución de consumibles y equipos con marcas tan relevantes como HP y Roland. La actividad fue evolucionando en paralelo a las necesidades de los clientes y la tecnología en todos los ámbitos. Esto nos permitió incorporar tintas de curado ultravioleta y ampliar la venta de tintas a otros segmentos como el gran formato y la serigrafía industrial.
Desde la fusión con Spandex, el portafolio de productos ha aumentado considerablemente situándonos, en mi opinión, como un proveedor de soluciones integrales en impresión digital, soportes de impresión y, por supuesto, serigrafía.
En el área de la serigrafía, ¿qué productos fabricáis y para qué sector?
Tenemos tres segmentos de mercado: la serigrafía gráfica, industrial y gran formato. Para la gráfica, continuamos manteniendo las series tradicionales de tintas, las de toda la vida para los trabajos en vinilos, plásticos de todo tipo, metales lacados, etc. En las aplicaciones para la industria, trabajamos normalmente por proyectos, desarrollos a medida del cliente. Y en la de gran formato, todavía se sigue empleando tintas de curado UV en máquinas de 4 colores automáticas para campañas publicitarias de media y larga tirada.
En cuanto a la fabricación de tintas y barnices a medida, ¿cómo se desarrolla este proceso?
El primer paso consiste en la definición de los objetivos clave del cliente, por ejemplo, durabilidad, funcionalidad de la tinta impresa, coste y parámetros de calidad para el producto acabado. En cuanto al segundo paso, hay que dimensionar el proyecto del cliente en términos económicos y tiempos para que el desarrollo sea el esperado por ambas partes.
¿Cómo funciona este proceso de calidad?
Diseñamos un plan de calidad específico para cada proyecto, que recoja los elementos clave a controlar y sobre éstos establecer las tolerancias correspondientes; es la única manera de asegurarnos que lo que el cliente ha solicitado va a funcionar.
¿Dónde se localizan vuestros principales clientes?
El grueso de nuestras ventas está centrado a nivel nacional. Realizamos exportación a diversos países europeos, también al Norte de África y a América del Norte. Básicamente, nuestras exportaciones fuera del territorio nacional son de productos especiales, excepto el Norte de África donde, en su mayoría, se exportan productos para la serigrafía tradicional.
¿Ha habido algún cambio imprevisto en el mundo de la serigrafía en los últimos años?
Aparte de la última crisis que de vez en cuando se hace notar, sí que lo ha habido y ha tenido que ver con la cadena de suministros. Debido a restricciones medioambientales en China, este gobierno decidió aplicar una restricción muy grande en la fabricación de ciertos ingredientes para la producción de tintas y barnices de curado ultravioleta, hasta tal punto que ha habido una rotura de stocks a nivel mundial. Esta ruptura ha provocado escasez y un incremento de precios enorme y el riesgo de no poder cumplir con los plazos de entrega.
¿Cómo habéis afrontado esta contingencia?
Hemos implementado una estrategia diferencial de provisión de materia prima a largo plazo que nos garantiza una producción ininterrumpida. En algunos casos, ha sido necesario reformular alguna serie ultravioleta para adaptarse a las circunstancias de disponibilidad, sin alterar la reactividad del sistema y por lo tanto las propiedades que el cliente espera. Estas medidas nos han permitido alcanzar una posición única frente a nuestros competidores, para asegurar el servicio a nuestros clientes.
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Reportaje publicado en exclusiva en la edición impresa APdigitales #42.